viernes, 6 de noviembre de 2009

El Vacío... ¿como llenarlo?

Allá por 1928, una bailarina ricachona de San Petesburgo encargó a un conocido compositor la creación de una pieza de Ballet de carácter español que ella misma, con cuarenta y dos años, contaba representar con su propia compañía.

El afamado compositor se puso manos a la obra y, tras el intento fallido de orquestar unas cuantas piezas de una suite para piano de Albeniz debido a problemas de derechos de autor, decidió crear una obra experimental: un ballet para orquesta que solo utilizaría un tema y un contra-tema repetidos y en el que el único elemento de variación provendría de los efectos de orquestación que sustentarían un inmenso crescendo a lo largo de toda la obra.

La obra fué estrenada el 22 de Noviembre de 1929 en París, en la Ópera Garnier. Pese a que su compositor había imaginado que el ballet fuera montado en un espacio exterior, con una fábrica al fondo, el montaje final de la obra situó la acción en un oscuro café de Barcelona, iluminado por una gran lámpara donde una bailarina comienza a bailar sobre una larga mesa mientras una veintena de hombres permanecen sentados, jugando a las cartas en sus propias mesas. La adinerada que hizo el encargo representaba ese papel de bailarina de flamenco, en una coreografía sensual que fue un escándalo.

Como alguno ya habréis imaginado, el compositor no era otro que Maurice Ravel, la bailarina una madura aunque seductora Ida Rubinstein y la obra, el famoso Bolero.

El caso es que, superando lo escandaloso de su estreno, está claro que esta sencilla y repetitiva melodía de Ravel tenía algo mágico, un punto erótico y sensual que la popularizó hasta convertirse en la obra más conocida del autor, pese a ser, probablemente, la más simple de todas. Cuando le preguntaron, él mismo dijo:

“¿Mi obra maestra? ¡El Boléro, por supuesto! Por desgracia, está vacío de música.”

La última vez que eché un polvo a mi me pasó algo parecido. Con nuestros cuerpos sudorosos y aún unidos de una forma que avergonzaría al mismísimo Jeremy Irons, ella dijo: “¡Que bueno!” y yo dije “¡por supuesto!” y pensé “Por desgracia, está vacío de amor”.

Y es que no pretendo iniciar un debate acerca de si se pueden tener grandes relaciones sexuales sin que haya sentimientos de por medio, ni mucho menos. Está claro que una cosa no tiene nada que ver con la otra y, en mi caso, he tenido relaciones sexuales mucho más físicamente satisfactorias (para ambas partes) con personas que no me importaban que con aquellas de las que he estado absolutamente enamorado. He de aclarar, simplemente por que me da la gana, que nunca al mismo tiempo y, con esto quiero decir, que nunca he sido infiel a mis parejas. Cosa de la que, una vez acabada la relación, me he arrepentido enormemente.

Y es que ese misterio de la vida que es el amor es algo increíble. Incluso cuando el sexo con esa persona no es todo lo bueno que podria ser con otra, llena el hueco de satisfacción, a veces hasta derramándola por los bordes.

Yo lo veo como una especie de fuerza de gravedad que une los cuerpos de los seres humanos, pero que de alguna forma solo está diseñada para funcionar de manera correcta entre algunos. Cuando estos cuerpos perfectamente sintonizados se encuentran, saben permanecer el uno al lado del otro, a veces uno se acerca mas, a veces es el otro el que se arrima, pero acaban siempre a la misma distancia, acompañándose por el resto de su existencia.

Porque hay veces que el amor une a dos personas, pero algún motivo acaba haciéndose tan infinitamente pequeño que deja que sus cuerpos se separen. Igual se juntan de vez en cuando, pero al final se vuelven a alejar como si orbitasen alrededor de un cuerpo que ejerce una mayor fuerza sobre ellos.

Otras veces, la fuerza del amor de una de las partes crece tanto que el otro cuerpo es absorbido de una forma enfermiza, provocando que desaparezca en su interior y, eventualmente, que emerja por el otro lado de un agujero negro en otra dimensión, muy lejos. Vamos, el clásico “tu por tu lado y yo por el mio”, o “si te he visto no me acuerdo”.

Los hay que esa fuerza de amor la ejercen sobre uno mismo, lo que provoca que que se curven sobre ellos mismos y empiezen a girar en torno a sí a gran velocidad. Son como púlsares humanos que a veces atrapan algún otro cuerpo fascinado por su giro, o a algún necio/a que cree que puede detenerlo, y que son arrastrados a la destrucción cuando el pulsar explota.

Algunos jamás sintieron ni sentirán esa fuerza, simplemente porque son incapaces de hacerlo.

Y los hay que alguna vez sintieron esa fuerza, o estuvieron a punto de ser destruidos por ella y se libraron por poco, o que vienen de otra dimensión a través de un agujero negro. El caso es que estos están desengañados y ya no esperan encontrar el cuerpo con el que están entonados. Viajan por el universo creando agujeros de gusano en forma de relaciones sexuales satisfactorias, pero andan vacios de amor. Carecen de esa música que tal vez una vez escucharon, pero que ni encuentran ni hacen por encontrar. Algunos pierden la esperanza, otros la conservan... pero de poco importa, porque solo el destino sabe como acabarán.

Espero que no haga falta explicaros a que grupo creo pertenecer, aunque soy de los que no pierden la esperanza. Hay muchos cuerpos por ahí y, aunque no parece que sienta nada por ninguno, muchos me ponen como las cabras. Y, de momento, eso no está nada mal.

El caso es que, mientras disfruto del viaje, he decidido llenar mi vacío con algo. Actualmente hago muchas cosas, pero una de ellas no era escribir. Como está claro que no tengo ni la paciencia ni el talento necesario para escribir un libro (o, al menos, uno bueno) pues he decidido empezar un Blog. Tengo un par de amigos que llevan algún tiempo haciéndolo y, en mayor o menor medida, me han animado para que entre en este microcosmos que es la blogosfera.

Si es que alguien acaba por leerme, he de advertirle lo siguiente: Pienso hablar de lo que me dé la gana. Aquí va a haber sexo, cine, música, videojuegos, arte, cotilleos, comics, series de televisión, chistes... De algunas cosas tendré idea, de otras poco o nada pero, como el Blog es mio, pues me lo pienso follar cuando quiera.

Esta primera entrada pues es como todas las primeras veces, lo que sale. A partir de aquí ver como evoluciona significa para mi tanta aventura como para vosotros.

De momento, he perdido la virginidad bloguera como me hubiese gustado perder la sexual: con el Bolero de Ravel de fondo... y, que coño, con una atractiva bailarina rusa de 43 años ;)

Fuentes:
Wikipedia

Enlaces:
Bolero de Ravel
Ida Rubistein
Escucha el Bolero en Spotify Dirigido por Karajan

7 comentarios:

  1. Y aquí está tu primer commentario.

    Aunque tampoco tengo mucho más que decir, la verdad, la entrada mola un bastante, que no es poco, y el diseño del blorl también, aunque el antiguo tenía su puntillo :D

    Lo cual me recuerda que aún tengo que crear un blorl...

    Y nada más, benbenutti a la blogosfera.

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  2. Bienvenido, Mister Fantántrico!

    Pues sí, para primer post está muy currado y mola mucho. Lo de los púlsares humanos me ha llegao...

    La palabra de verificación que me ha salido es aersomni.. que viene a ser como ¿sueño de aire??

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  3. ¡¡Cuatro!!

    Jejejej... que soy yo...

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  4. Está muy bien, es curioso ver como se apropia de historias ajenas para expresar su mundo interior... Mister Fantántrico... SI ES QUE ESE ES SU VERDADERO NOMBRE

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  5. Mister, me ha encantado este post ... he intentado hacerme seguidora para que miss X no sea la única ... pero no me deja!!

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